Entiendo la adolescencia como una etapa de transición compleja, marcada por ambivalencias y luchas internas. Es un momento en el que la persona busca su lugar en el mundo, desarrolla un sentido de pertenencia y comienza a tomar decisiones con mayor autonomía. Sin embargo, este proceso puede verse obstaculizado por dificultades como problemas para establecer y respetar límites, gestionar emociones, baja autoestima, carencia de habilidades sociales o sentimientos de soledad.
Mi objetivo es acompañar a los/as adolescentes en este camino, trabajando los aspectos necesarios para que puedan ganar seguridad en sí mismos/as, desarrollen una conexión auténtica con su propio ser y se sientan en sintonía con sus valores y emociones. Este trabajo se realiza teniendo en cuenta sus diferentes entornos, con el propósito de fortalecer su red de apoyo y fomentar su desarrollo integral.
Es esencial que los/as adolescentes cuenten con un espacio libre de juicios, donde puedan expresar lo que sienten y dar sentido a sus experiencias físicas y emocionales. En esta etapa de transición entre la niñez y la adultez, la intensidad y la confusión son protagonistas, y un acompañamiento adecuado puede marcar una gran diferencia.
Los tratamientos se adaptan a las necesidades particulares de cada joven y pueden abordar, entre otros, los siguientes aspectos:
Cada adolescente tiene su propio ritmo y vivencias, y mi labor consiste en crear un espacio donde se sientan comprendidos/as y apoyados/as en su camino hacia el bienestar emocional.
Mi enfoque está basado en el respeto, la empatía y la colaboración, promoviendo un desarrollo saludable y un fortalecimiento de su autoestima y confianza.